lunes, 30 de marzo de 2009

Ser, que no estar..


Ya solo queda esperar al tiempo. Ese tiempo que no existe en el pasado ni en el futuro, pero se espera ya pretérito en un presente por llegar.
Ya solo queda almidonar el corazón, darle prestancia y esencias de violetas y primaveras oportunas, para que luzca vistoso y aparente despistando todo rastro de fragilidad.
Ya solo queda levantar el vuelo del gusano de seda que arrastra sus alas venideras, y cerrar los ojos y abrir el alma para caminar a tientas por la leve oscuridad que ilumina el camino..
Me subo al ascensor cuyos botones marcan la subida hacia el descenso del despegue. Y en que nivel abrirá sus puertas de incógnita? Tal vez llegue al sótano de lo inevitable o tal vez al ático de lo insostenible.. Que mas da aquí y ahora.. Solo hay que pagar de nuevo el billete y viajar sin demasiado equipaje para poder abrir los brazos al viento con lo justo, con lo puesto y media muda..
Ya solo queda respirar y seguir caminando..

viernes, 27 de marzo de 2009

jueves, 26 de marzo de 2009

Momento crucial



Una vez mas, se busca ante ese blanco lienzo, ansioso de absorber pensares y reflexiones. Una vez mas, como cada vez que lo busca, se siente inquieta. Hoy abatida, insegura y frustrada. Demasiado triste.. No sabe a donde va, pero sabe que debe seguir caminando. No puede parar, no debe..
Tras un duro fin de semana de destrozas emocionales y rebosando el vaso de la desesperanza, sabe que debe dar el salto. Cuan difícil es para ella, pero debe hacerlo ya.
No se puede caminar a rebufo, esperando encontrar lo que fue en el pasado. Aquello ya no es. Ya marchó. No se puede, no puedes niña, se piensa..
Se aferra a lo que verdaderamente sabe que ama, pero no por ello le abraza con armonía. Se siente atrapada. Esclava de amor que agoniza. Algo se perdió por el camino, y algo perdieron juntos y no puede recuperar.

Somos como piedras en la orilla del río. El agua las modela, los elementos las comprometen hasta que se tornan planas, efímeras, cadentes de fuego y pasión.
La vida pasa minuto a minuto sobre nosotros perfilando su arrebato de avatares en nuestras pequeñas e insignificantes estancias. Creemos ser dueños de nuestro propio despropósito, pero ni tan siquiera eso..

Desearía sentirse como luciérnaga en la noche majestuosa. Águila en lo alto del precipicio. Paloma exaltada de libres vuelos o marmota relajada en su ancestral refugio. Pero lo cierto es que no es nada de todo aquello que ansía ser. Tal vez ese es su error. Ansiar tanto.

Se siente desbordada por infinitos cúmulos de emociones que no se traducen a nada realmente tangible. Todo nace, se desarrolla y estalla en sus entrañas sin llegar a materializarse en algo con sustancia. Algo que pueda agarrar, asegurar y definir.. Se siente tan efímera..
Y con esa sensación, debe de seguir adelante. Desligándose de lo que ya es consciente que no le corresponde y buscando su propio equilibrio.
Se sabe débil. Se adapta demasiado a lo que ama, sin tomar cuenta que se abandona a su propio devenir. Siempre piensa que está bien porque se siente bien. Hasta que llega el momento crucial, en el que su adaptación no sobrevive a si misma. Porque tiene alma y corazón. Porque necesita el mínimo exigible para sí. Y no es otro que el de sentir el calor y el refugio que le acoja, que le envuelva de esencias y le de paz.

Ya vale amiga mía. No tienes nada pero eres todo. Y todo está por definir de nuevo. Una y mil veces si es necesario. Mientras quede un soplo de vida en ti, seguirás buscando.. aquello que mereces..

.. Y ahora se encuentra ahí sentada. Pasea la mirada por la estancia que también lleva su sello de matices anaranjados. Ante sí y en su desencuentro con esas letras que escribe, prende el último cigarrillo de esa cajetilla. Todo es diferente a lo anterior. Pero todo es un final. Estan cercanos en lo físico, a un metro y medio si cabe, pero tan distantes..
Su ultima hora allí, su ultimo trago y su ultimo aliento dedicado en esa casa, a su amor. Le parece un momento especial no por lo amable, sino por lo que significa.. Le pesan ya demasiado los momentos valiosos y desaprovechados llenos de oscuridades..
No sabe si tendrá fuerza para dar el paso. Lo necesita. Respira hondo, varias veces. Nunca estuvo tan segura. Quiere lo que no desea, pero quiere. NECESITA.
Se apresura a recoger del rincón acostumbrado los pocos enseres personales que nunca tuvieron cabida en sus armarios. Colgada en la mirada porta el crepúsculo del desamor. En sus labios, el amargo silencio inevitable cuando ya sobran las palabras tantas veces expresadas..

...Y aquella misma tarde marchó. Pero nunca antes de que él ya lo hubiera hecho..

miércoles, 25 de marzo de 2009

Dejando huellas



Dejando huellas en el camino. Así pasamos nuestra vida, a veces sin darnos cuenta del dibujo que nuestros pasos van perfilando en el trayecto. Son huellas con diferentes perspectivas dependiendo de la distancia con que las miramos. Unas quedan en lo mas profundo de nuestra realidad y viven intensas aunque adormecidas con el paso del tiempo. Otras sencillamente quedan olvidadas en el último baúl arrinconado de nuestro desván. Pero todas ellas, de algún modo, forman parte de nuestro pasaje. El billete de embarque que nos vino dado sin ser elegido. Y con el.. un cuerpo, un corazón y una mente en la maleta de la vida. Y a caminar.. ahí es nada..
Caminantes somos de inciertas travesías de luces y sombras. De mieles y amargos. De lluvia de sal y pimienta que los idus nos dejan caer para contemplar con aplomada condescendencia nuestra majestuosa insignificancia.
Somos un comenzar a cada paso de infinitas pulgadas que esbozan caprichosos perfiles de nuevas huellas en el lienzo del existir.
Y yo, yo.. sigo siendo aquella niña ansiosa por desenvolver el misterio de cada acontecer con sus diferentes sabores agridulces..
Estoy viva, porque me siento viva. Que así sea..