
Calló vencido en el fresco terrazo.
El brazo reposaba en su pecho
apretando a la libertad consentida.
Su mirada gritaba callada
en espacios de ángulos rectos
en laberintos de cortos pasos
y amplias huellas.
Rojas las sensaciones
y blancas las entregas
puras..
Como paloma al vuelo
con aires de verdad acariciada
en la brisa.