
Así son los ecos de tus pasos. Firmes, intensos, versados a media voz de cristal..
Candente de notas suena el tambor de tu latir acunado por mil mariposas y miles de sueños, mirando al norte y cruzando el sur en bicicleta..
Me regalas tus tesoros vestidos de melodía y esencias despiertas después de un letargo.
Tu querer me embadurna del aceite vital que emana de los poros de tu mirada, tu sonrisa, tus caricias y tu intención..
Y yo.. siendo niña perdida en el país de los extravíos,
encuentro esa mano cálida de luces y alientos que me alcanza en mi trashumancia..
para construir un oasis en medio del océano.
Real e idealista. Con los pies en la tierra y las manos en el cielo,
así te dibujas.. eterno caminante de la vida, con aparejos de herrero
y perfume de ángel ..