El influjo del mar en su silencio
maneja paisajes con vida..
Botellas con mensajes escondidos,
algas maleables que se enredan,
inocentes escamas que aletean,
ballenas de vientre acogedor.
Monedas antiguas olvidadas,
burbujas emergiendo en su ocaso,
calladas verdades traicioneras,
cantadas mentiras recitadas.
Cangrejos de paso oblicuo,
sirenas resabiadas,
caracolas de vientos encharcados,
perlas a medio nacer.
Maderas vivientes a la deriva,
corales de anaranjada dulzura,
delfines bailando al son de su poema,
rumor y canción de cuna mortal.
El influjo del mar en su silencio
gana y pierde en la inmensidad..
8 comentarios:
Serías, con tu verbo sentido, musa perfecta del más sensible artista. Resultaría sencillo encontrar la inspiración en tus versos...
Beso dulce.
Lo has retratado tan bien, que creo que me voy a dar una vueltita por la orilla ahora mismo.
Besos marinos
Preciosos versos, balanceantes como olas.
un beso
El mar lo incluye todo hasta nuestras almas.
Saludos
Este es el mar del soldadito de plomo.Un amor de mar.Un mar de amor.Sin direcciones prohibidas,ni caminos equivocados.Sin metas ni líneas de salida,donde las sirenas guían a Ulises hacia su nada personal.Donde Trafalgar y Lepanto se diluyen entre las algas y los corales.Donde el Titanic y tantos otros se transforman en nacarados fantasmas al son de la mortal canción de cuna de sus olas.
El mar que ofrece todos los tesoros perdidos y donde un pez payaso se traga al soldadito de plomo para que sea feliz toda la eternidad en un mundo de color sin palabras,con globos de burbujas y arrullos de ballenas reclamando a su pareja.
Tu mar,ese mar,no es más que un alma libre que se estira y que se encoge con el ir y venir de las olas de la vida.
Un mar que invita,inevitablemente,a sumergirse en él.
Tú no andarás lejos...
Sigo buceando en tus palabras y navego en tus sentidos, vislumbrar tu tesoro es todo un lujo.
Saludos de un marinerito de agua dulce mecido por el influjo de tu mar.
El mar...
Magia líquida para soñar.
Para mecerse en sus olas,largas caricias anónimas,sentir el frío vivificador en nuestra piel y flotar en él,leves como un sueño.
Dorados amaneceres y atardeceres carmesí en nuestros sueños de amor.
Negras aguas verdes y terribles olas crespadas con yelmos de blanca espuma que azotan la pobre escollera de amor hundido del, ya navio fantasma, amor perdido...
Más el amor,que como tú,es una esencia,se disolverá en el agua y volverá a lamer tus pies descalzos sobre la dorada playa de una sonrisa nueva.
PD.Pues mira,ya no soy anónimo
Ese mar me ha encantado.
Parece el de la sirenita.
Una pasada de mar.
Después de leer tu poema y el comentario de anónimo,creo que,efectivamente,el soldadito de plomo puede estar en tu mar.
Es como la vida,con sus sueños y decepciones,como ese ganar y perder que con tanto tino describes.
Un beso
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