martes, 12 de mayo de 2009

Noches de chances embaucados


Hay noches de chances embaucados. Noches reveladas en las que salen las entrañas para gritar hacia adentro. Conspiran las sensaciones habitando lo irrazonable de nuestra intención, condensando las emociones en un borbotón sobre el que giramos dibujando un bucle que sube y baja, buscando el infinito determinado en un todo impredecible...

Queremos, sabemos, sentimos lo que va con las olas de un mar  de espumas acaracoladas que fue y será  tan solo lo que fragua un sueño desposeído. Admitimos lo mejor y lo peor de cada momento de fuegos encadenados y  desahuciados,  en un instante que transcurre eterno con dos relojes. Instante cincelado en cimientos bajo azoteas que descansan sobre peldaños de papel pintado, decorando interminables aromas de impías reminiscencias.

Y emanan mieles con sabor al amargo de la almendra abandonada en el campo. De aceituna partida en la escarcha de la madrugada. De los pulsos de la tierra germinada en los abortos del cielo. De ángeles desalados y dioses sin identidad.. Y buscamos el norte de un corazón sin rumbo, en amaneceres de inmensa gratitud  donde los sueños se hilvanan con dedales de bronce y agujas de pico curvo.

Hay noches de chances embaucados. Donde los posos descafeinados resbalan por los albores de un mañana ya sereno que aprende a desaprender el pensamiento y sonríe al  horizonte en un camino sembrado de lunas y arcoiris.  

5 comentarios:

pepa mas gisbert dijo...

Ojala fueran así todas las noches.

Estupendo texto.

Saludos

Manu Espada dijo...

Hay noches que embaucan, otras no tanto, pero me quedo con las que tú describes.

Manuel dijo...

Hay noches mágicas donde los sueños se cumplen...

Javier Gm dijo...

Ya....no quedaran noches, solo marcas, señales, signos....para alimentar los recuerdos, Ya no existen las noches verdaderas, Ya se agotó la luz de la luna y han muerto todas las estrellas.
Y otras cosas...

Anónimo dijo...

Hay noches en el corazón que nos sumerjen en el pozo de nuestros deseos incomprendidos,que nos engañan con su sutíl juego de luces y sombras,nos retuercen en nuestra penumbra,luz de emociones,oscuridad de sentimientos obviados por el otro yo deseado en el otro.
Pero ya las conoces y sabes del nuevo acontecer de la mañana prometida,sin saber,por los monstruos de nuestra oscuridad.
Y sabes caminar por ella,eligiendo la penumbra de tus lunas favoritas o el brillo pálido y desvahído del arcoiris.
Y deseo que,al final de tu camino,mejor cuanto más cerca,encuentres ese sueño bordado con esas agujas curvas de tu ansiedad por vivir.
Por sentirte viva.